viernes, 11 de diciembre de 2009
Romeo es un desinteresado
En vez de moverme, pensé en Julieta un poco más. Me pregunté qué habría hecho si Romeo la hubiera dejado, no a causa del destierro, sino por desinterés. [...] Me parecía saber cómo se habría sentido Julieta. Ella no habría vuelto a su vida anterior, seguro que no. Yo estaba convencida de que nunca se habría ido a otro lugar. Incluso si hubiera llegado a vivir hasta ser una anciana de pelo gris, cada vez que hubiera cerrado los ojos, habría visto el rostro de Romeo. Y ella lo habría aceptado, finalmente. [...] Si Romeo se hubiera ido realmente para no volver, ¿qué importaba si Julieta aceptaba o no la oferta de Paris? Quizás ella hubiera intentado conformarse con los restos que le quedaran de su vida anterior. Tal vez eso fuese lo más cerca que pudiera llegar a estar de la felicidad. [...] Estaba dando demasiada importancia a la historia. Romeo no hubiera cambiado de idea. Ésa es la razón por la cual la gente todavía recuerda su nombre, siempre emparejado con el de ella: Romeo y Julieta. Y ése también es el motivo de que se la considere una buena historia. «Julieta se conforma con Paris» nunca hubiera sido un éxito. Cerré los ojos y me dejé ir de nuevo. Permití a mi mente que vagara lejos de esa estúpida obra de teatro en la que no quería volver a pensar, y en vez de eso regresé a la realidad [...].
New Moon; 376-377.
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