martes, 3 de noviembre de 2009

Virgo en el amor

Respecto al amor, no exterioriza jamás su verdaderos sentimientos, salvo en contadísimos casos. No es exceso de pudor o timidez. Se trata de esa condición que define su complicada psicología, no exteriorizar, inhibirse en muchos casos de las grandes corrientes del corazón y sus consecuencias. Aman con pasión y no lo exteriorizan, pero en pocas ocasiones sacará al exterior lo que siente por otra persona. Si es admiración, lucharán consigo mismos para no demostrarla. Si es interés, procurarán ocultarlo. Y si es amor, amor apasionado. Virgo ama profundamente, pero no exaltadamente.

En el amor destacarán siempre, se les dará bien. Poseen por naturaleza un gran atractivo porque son muy limpios en lo moral y en lo físico. Es el signo zodiacal más limpio en todos los sentidos. Viste pulcramente, habla como si se escuchara, sin pedantería, estudia sus gestos y ademanes y los perfecciona, es culto, inteligente. Posee todo un cúmulo de virtudes que le hacen destacarse ante los demás.

Se encontrarán indecisos a la hora de encontrar a su pareja. Más que indecisión, exigencia. A la hora del amor, cuando otros seres se entregan a él, el virginiano comienza por un análisis que empieza, pero dificilmente termina. Tan amplio como profundo. Y lo hará sin darse cuenta, con esa manía u obsesión que le obliga a realizarlo. No permite que nadie sepa lo que ocurre en su corazón y en algunos casos llega a avergonzarse de esas demostraciones de cariño tan normales entre parejas y tan ridículas para quienes no las viven. No es tierno ni romántico, pero puede, en sus relaciones amorosas cuando su pareja se adapta a su peculiar psicología, ser perfecto.

Respecto al matrimonio, llegan a ser el marido o la esposa perfectos, pero nunca el amante arrebatador, el ser que nos entrega la totalidad. De ser mujer, su hogar se hallará siempre en orden, cada objeto en su sitio, cada detalle colocado adecuadamente. La fidelidad será una de las facetas que resalten en este matrimonio, para ambos sexos. Se desvelarán por el cónyuge y sus hijos. Lucharán por crear una situación estable para los suyos y en el noventa por ciento de los casos lo conseguirán.

Dada su psicología raramente admitirán, tanto ellas como ellos, la aventura extramatrimonial. Su manera de ser les impide en gran parte la pasión encendida, el arrebato amoroso, causa tantas veces de la infidelidad. Lo cual no quiere decir que no se dé este caso, pero muy raramente. Se inclinarán más hacia lo que ya poseen que a nuevas conquistas en el terreno de lo afectivo.

La rutina puede constituir un peligro para la felicidad del hogar cuando el matrimonio se haya realizado entre parejas de muy distinta psicología. Para lograr la felicidad, un virginiano de cualquier sexo, necesita una persona a su lado que armonice con él en gustos, cultura, etc.




Me robé la idea de Chris ♥ jajaja :D.

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